martes, 3 de enero de 2012

Coaching aplicado al aprendizaje de idiomas (I)

¡Ya está aquí la palabra más de moda de los últimos tiempos! Existe ‘coaching’ para absolutamente todo, ¿o no? Yo he hecho coaching para hablar en público, para mejorar las relaciones personales, para superar la apatía, para hacerle frente a las adversidades, para potenciar las capacidades que todos tenemos dentro, para ligar, para no discutir, para, para, para, para… he conseguido ya hasta hacerme el  coaching a mi misma y podría escribir unos cuantos  libros; por ejemplo: ‘¿Cómo superar la FOBIA a la plancha hasta llegar a disfrutar planteándote otras cosas que se pueden hacer al mismo tiempo?  Trucos  para MAXIMIZAR tu tiempo de plancha’;  y otro: ‘¿Cómo reducir la CELULITIS mientras mantienes una intensa vida social, después de haber probado todos los tratamientos y cremas del mercado (excepto los sangrientos) y haberte cuasi arruinado? Visualízate ESBELTA. Lo conseguirás. ¡Funciona!’
En primer lugar, y antes de centrarme en el tema de los idiomas, debo decir que creo en el Coaching, creo en los buenos profesionales de ese sector y os animo a todos a recurrir a ellos si en alguna parcela de vuestras vidas no os sentís bien. Siempre se aprende algo valioso porque el coaching es esencialmente eso: tener una actitud positiva ante la vida.  De ahí que me haya planteado una acción conjunta: un buen coach + un buen formador de idiomas = SUPERAR LA BARRERA DEL IDIOMA.
¿Dónde está el talón de Aquiles de los españoles a la hora de aprender idiomas y, concretamente a la hora de conseguir un buen nivel de inglés?
Después de 24 años moviéndome entre los dos idiomas, tanto en el plano personal como en el profesional, he llegado a la conclusión de que el aprendizaje de idiomas necesita un apoyo emocional y psicológico para superar las barreras que nos presenta  una lengua extranjera. Así es, lo digo y me quedo tan ancha.   Además, planteo la fantástica dualidad que nos permite utilizar las cuatro destrezas en el aprendizaje de idiomas como camino a la vez de desarrollo personal.  Es decir:
·         ESCUCHAR (The listening skill): Paso primero y fundamental para acercarnos al idioma extranjero. Afinar el oído como si fuese un instrumento PERO además, ¿no es ‘escuchar’ lo que más se demanda en este mundo y la mejor manera de comprender, entender y colocarse en el lugar del otro? ¿No existe una necesidad vital de ser escuchado? Pues si aprendiendo un idioma además empezamos a ser buenos ‘escuchadores’, el beneficio se multiplica por dos.
·         HABLAR (The speaking skill): Desde la repetición de patrones, la corrección de la pronunciación y la conversación guiada hasta la facilidad de expresarse ya con soltura y libremente en otro idioma, todo esto ayuda, además, a desarrollar la habilidad de expresar en voz alta lo que uno piensa y, con un poco de suerte,  hasta podemos aprender a expresarnos con ASERTIVIDAD (¡cómo se notan los cursos de coaching que he hecho! ¿verdad?)
·         LEER (The reading skill): Es importante empezar a ejercitar esta destreza más bien pronto que tarde. Antes, en la enseñanza de los idiomas, se pensaba que la práctica de la lectura se podía postergar pero actualmente se defiende la importancia de esta destreza y su práctica desde el principio. ¿Podéis enumerar algunos de los beneficios que nos aporta la lectura fuera ya del contexto del idioma que estamos aprendiendo? Se me ocurren tantos…  ¿No existe actualmente un déficit importante en los programas educativos en cuanto a la lectura se refiere? Leer ayuda a aprender a concentrarse, a mejorar el vocabulario y a ampliar la visión que se tiene del mundo. ¡Ahí es nada!

·         ESCRIBIR (The Writing skill): Cuando una persona sabe expresarse por escrito correctamente, no solo consigue poner negro sobre blanco su pensamiento sino que ayuda al otro a comprender su mensaje más fácilmente pues éste está mejor estructurado. Pensad por un momento en la siguiente imagen: un hombre vestido con un traje carísimo que le queda como un guante. Excelente presencia, ¿no? Sin embargo miramos hacia abajo y vemos que lleva unos zapatos rotos y sucios. ¿Ha cambiado vuestra opinión sobre la imagen de esa persona? A veces nos encanta como habla una persona pero cuando nos envía una carta o un e-mail… resulta que tiene los zapatos sucios y rotos.  ¿A alguno os ha pasado eso y os habéis sentido decepcionados? Escribir se recomienda también como técnica de estudio; siempre se ha aconsejado tomar notas porque esto ayuda a memorizar más fácilmente los que estamos aprendiendo.

     Una persona que sabe escuchar es más sabia.
     Una persona que sabe expresarse verbalmente con claridad amplía su capacidad de comunicar.
     Una persona que lee es curiosa y reflexiva a la vez.
     Una persona que escribe correctamente es considerada hacia los demás y tiene la mente organizada.
Las múltiples teorías y los más variados métodos de enseñanza de un idioma (y repito, especialmente la enseñanza del inglés) nos bombardean con información, datos, técnicas, recursos, herramientas y todo lo que uno pueda imaginar. Todos pueden ser perfectamente válidos; unos, por supuesto, más completos que otros; otros, más divertidos que los unos, pero, en definitiva, lo importante es saber qué hacer ante tal maremágnum de posibilidades y como sacarle rendimiento y conseguir resultados.  ATENTOS A LA CONTINUACIÓN DE ESTE DOCUMENTO: COACHING APLICADO AL APRENDIZAJE DE IDIOMAS (II) PASOS A SEGUIR

MONBABEL
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